Arabella era una empresa familiar que se transformó en una fábrica para generaciones. En 2014, tres de los hijos del presidente sintieron que podían dedicarse a cosas más significativas por su cuenta, así que fundaron Arabella para centrarse en la ropa de yoga y fitness.
Gracias a su integridad, unidad y diseños innovadores, Arabella ha evolucionado desde una pequeña planta de procesamiento de 1000 metros cuadrados hasta una fábrica con derechos de importación y exportación independientes, que actualmente ocupa 5000 metros cuadrados. Arabella se ha esforzado por encontrar nuevas tecnologías y tejidos de alto rendimiento para ofrecer los mejores productos a sus clientes.